Ross Ulbricht, Silk Road y el Reciente Perdón Presidencial de Donald Trump

Autor: Hugo Galilea

En los últimos años, el caso de Ross Ulbricht y Silk Road ha sido uno de los temas más controvertidos en la intersección entre tecnología, libertad y cumplimiento (compliance). Silk Road, el mercado en línea que operaba en la dark web, se convirtió en un símbolo de cómo la tecnología puede ser utilizada para fines tanto innovadores como ilícitos. Ross Ulbricht, su creador, a los 31 años, fue condenado a doble cadena perpetua por su papel en la facilitación de transacciones ilegales, principalmente de drogas. Sin embargo, el reciente perdón presidencial de Donald Trump ha reavivado el debate sobre la justicia, la libertad y los límites de la innovación tecnológica.

Silk Road: Libertad vs. Libertad con Responsabilidad

Silk Road fue, en muchos sentidos, un experimento radical en la descentralización y la libertad en Internet. Ulbricht argumentó que su plataforma era una forma de empoderar a las personas para que tomaran sus propias decisiones, libres de la interferencia del gobierno. Sin embargo, esta libertad se convirtió rápidamente en libertinaje, ya que la plataforma se utilizó para actividades claramente ilegales y dañinas, como el tráfico de drogas, armas y otros delitos. Aun cuando no estaba excenta de toda ética o código de conducta, ya que Ross prohibió el comercio de contenido pornográfico infantil y servicios de violencia o asesinatos por encargo.

Aquí es donde radica la gran diferencia entre la libertad y el libertinaje. La libertad implica la capacidad de actuar dentro de un marco de responsabilidad y respeto por las leyes que protegen a la sociedad. El libertinaje, por otro lado, es la ausencia de límites, donde las acciones individuales pueden causar un daño significativo a otros. Silk Road, aunque inicialmente se presentó como un espacio de libertad, terminó siendo un ejemplo de cómo la falta de regulación puede llevar al caos y la ilegalidad.

Cuando nosotros elegimos un marco regulatorio donde emprender nuestro negocio, es decir, elegimos el país donde operará nuestro negocio, estamos aceptando regirnos bajo sus leyes y no podemos ni debemos desconocer este arreglo social, intentando imponer nuestra propia escala moral.

La Ley de Compliance en Chile: Un Marco Necesario

En Chile, existe una ley que aborda precisamente este tipo de situaciones: la Ley 20.393, que establece la responsabilidad penal de las personas jurídicas en casos de lavado de activos, financiamiento del terrorismo y otros delitos. Esta ley de compliance obliga a las empresas a implementar mecanismos de prevención y control para evitar ser cómplices de actividades ilegales. En el caso de Silk Road, si una empresa hubiera estado involucrada en su financiamiento o operación, habría sido claramente violatoria de esta ley.

La Ley 20.393 es un recordatorio de que, aunque apoyamos la libertad empresarial y la innovación, estas deben operar dentro de un marco legal que proteja a la sociedad. Las empresas no pueden ser cómplices de actividades que dañen a las personas o socaven el orden público. Esta ley es un ejemplo de cómo se puede equilibrar la libertad con la responsabilidad.

Conclusión: Libertad Sí, Libertad con Responsabilidad

El caso de Ross Ulbricht y Silk Road nos deja una lección importante: la libertad es un valor fundamental, pero no puede ser utilizada como excusa para el libertinaje. La innovación tecnológica y la libertad empresarial son esenciales para el progreso, pero deben estar acompañadas de un marco legal que garantice que estas no se conviertan en herramientas para el crimen. Nosotros elegimos este marco cuando establecemos nuestra empresa en dicho país.

En Chile, la Ley 20.393 es un ejemplo de cómo se puede fomentar la libertad empresarial mientras se previenen actividades ilegales. Estamos de acuerdo con la libertad, pero no con el libertinaje. La diferencia entre ambos es crucial para construir una sociedad que sea tanto innovadora como justa y donde todos conozcamos los bordes por donde nos podemos mover.